La selección argentina superó por 4 a 1 a su par mexicana, en un amistoso disputado en San Diego, Estados Unidos.
Era un amistoso, sí; no nos daba ni un campeonato ni la calsificación a nada, también; pero que lindo es ver a la selección jugar de esa manera y con esos nombres. Disfrutando de Agüero y Messi adelante, creando diabluras de chicos, abrazandose y sonriendo, hace difícil que uno no piense en un futuro con gloria para la celeste y blanca.
Basile al no poder llamar a Riquelme cambió el 4-3-1-2, su habitual esquema, jugó con línea de tres atrás con Burdisso, Demichelis y Colloccini; dos volantes de marca por el medio, uno con mejor trato del balón como Gago y Mascheranno que es más recuperador de pelotas; por las bandas dos inagotables, Maxi Rodríguez y Zanetti y arriba al lado de los dos crack sumó como 9 a Julio Cruz.
En el primer tiempo los engranajes ensamblaron a la perfección, Argentina 3 - México 0. El primero llegó a los 10 minutos tras un tiro libre que cayó en forma de centro al área y tras un cabezazo, Burdisso la empujó de derecha a la red. Messi aumentó la diferencia 7 minutos más tarde tras una linda combinación entre él y el Jardinero ex Banfield y River. Y el tercero fue de la Fiera después de una apilada de la Pulga.
Parecía que sería una goleada histórica pero en el segundo tiempo los centroamericanos apretaron un poco más y no dejaron jugar tan libremente a los creadores de juego nuestros. La defensa argentina tampoco pasó sobresaltos, el único gol que sufrió fue un tiro desde afuera del área bien esquinado del brasileño nacionalizado mexicano Zinha. Allí los aztecas, que eran mayoría en tierras norteamericanas, se ilusionaron con una remontada, pero Messi puso una magnífica asistencia para Agüero y el ex Independiente decretó el 4 a 1 final.
El próximo domingo a las 2030 (hora argentina) el team de Basile enfrentará a Estados Unidos, se podrá ver por TyC Sports.
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